INSTALACIONES FOTOVOLTAICAS
La preocupación por el medio ambiente y el ahorro en nuestras facturas, cada vez lleva a más consumidores y empresas a pensar en usar la energía solar, inagotable y gratuita, en lugar de hacerlo con energías no renovables.
Existen varios tipos de instalaciones fotovoltaicas, según cada instalación, ya sea en hogares, empresas, industrias o instalaciones alejadas de núcleos urbanos, debe estudiarse cada caso y decidir cuál será la más adecuada en cada una de ellas:
▶ Las de autoconsumo, que nos ayudan a no depender al 100% de las compañías eléctricas, ya que consumen lo que produce la instalación, solo cuando esta se agote, lo hará de la red eléctrica.
Además existe un sistema de compensación que establece, que el sobrante de la electricidad generada, se vierte a la red eléctrica, esto se recompensa con un descuento en la factura de la luz.
Si a este hecho le sumamos que la inversión no es muy alta, ya que solo tiene el gasto de los paneles, las estructuras, el inversor, las protecciones y el contador; nos permitirá ver amortizada la inversión en unos 7 años aproximadamente.
También podemos optar por sumarle unas baterías para acumular la energía y consumirla cuando no se esté produciendo por falta de radiación solar. Cuando la acumulada, también se agote, el proceso será el mismo, pasaremos a consumir de la red eléctrica.
En este caso, a la inversión anterior habrá que sumar el coste de las baterías y no tendremos a penas compensación, ya que el sobrante será mucho menor o nulo, por lo que, apenas vamos a verter electricidad a la red.
▶ Las aisladas y desconectadas de la red eléctrica, todo el consumo viene suministrado por la propia producción de las placas solares, sin depender para nada de la red. Será necesario contar además con baterías, un inversor cargador y un grupo electrógeno que almacenen la energía para usar cuando no haya radiación solar. Es importante calcular la capacidad de almacenamiento para poder pasar varios días sin radiación, por lo que el tamaño de la instalación será mayor y también la inversión, pero su amortización es mucho más rápida.
Estas son las mejores para esas industrias o viviendas en zonas rurales o aisladas, donde no llega la red eléctrica general, ya que llevarla sería aún más costosa.
▶ También existe la posibilidad de producir electricidad únicamente para vender a la red, logrando beneficios económicos.
Esto lo podemos conseguir creando lo que se denomina, un huerto solar fotovoltaico. Es necesario un terreno apto para ello, placas fotovoltaicas y el inversor. Con una hectárea se puede abastecer a cien viviendas. Su amortización será en unos trece años, porque el tamaño y la inversión son mayores que en las instalaciones de inmuebles.
Debemos hacer un estudio de los hábitos de consumo, para decidir la orientación en la que poner las placas solares y lograr el mayor aprovechamiento de la instalación. Si el mayor consumo se da a primera hora, las orientamos al Este, pero si es por la tarde, mejor al Oeste.
La inclinación también es importante, depende de la latitud, en España debe estar entre los 20 y 40 grados, cuanto más cerca del ecuador, menor inclinación necesitarán, ya que los rayos del sol caen más perpendiculares.
Estos factores ayudarán a conseguir el mayor rendimiento en nuestra instalación. Los técnicos deben observar sus facturas de la luz para decidir cómo actuar, ellos determinarán los momentos de mayor consumo y actuarán como más interese al propietario, logrando su total satisfacción con esta inversión.